Mi media naranja
- Armando A.
- 12 sept 2015
- 2 Min. de lectura
Reflexión basada en una charla que tuve con mi amigo Federico y en el siguiente pensamiento de John Lennon “Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos entero, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de cargar lo que nos falta”
“Él/ ella es mi media naranja” “Ojalá encuentre mi media naranja”… Y cuantas frases más que hemos pronunciado o escuchado con eso de “media naranja”…
En una de esas noches me puse a pensar sobre eso de “media naranja” y me pregunte “¿será que en realidad ya no somos una naranja entera?”, pregunta que una vez un amigo ya me había confesado la respuesta para él, me dijo una tarde “pienso que en realidad somos ya una naranja entera, en realidad contamos con todo lo necesario para sentirnos una ¡súper naranja!”
Simplemente quiero que sepas ¡QUE SOS UNA GRAN NARANJA! ¡NO SOS LA MITAD! Y cuando estás en pareja, cuando tienes una amistad muy fuerte con alguien, en realidad los dos no forman una sola naranja, ¡son dos naranjas!, ¡es sensacional! “Dos naranjas tienen más jugo para dar”
Es que a veces creemos que no podemos estar sin esa otra mitad, que no vamos a poder seguir adelante, que no contamos con la capacidad de seguir por el camino… todo porque se nos fue “nuestra media naranja”.
Debes creerlo, ¡SOS UNA NARANJA ENTERA! Enamórate si la vida te presenta esa oportunidad, esto no quiere decir que debes vivir en soledad pero siempre debes tener en cuenta que cuando estas con esa persona SON DOS NARANJAS, por lo tanto ambos tienen la capacidad necesaria y sus talentos, sin necesidad de absorber todo el jugo de esa otra famosa “mitad” Es lógico que también nos vamos a ayudar (no se trata de ser egoísta o de cegarnos a las necesidades de los demás) pero siempre ten en cuenta que te está ayudando una naranja entera, eso ayudará a que estemos preparado para cuando estemos solos de a ratos, solos por un largo tiempo.
Debemos seguir entrenando para romper esa estructura de la media naranja pero estoy seguro que cuando logremos mirarnos al espejo y ver una naranja entera vamos a ¡sonreír! ¡Llenarnos de fuerzas!
Tienes todo lo necesario para ser esa súper naranja, solo debes mirar para adentro y repetir “yo puedo seguir, yo puedo correr tras esos sueños porque por más que me cueste un poco tengo lo necesario para alcanzar mis metas o desenvolver mis talentos y eliminar aquello que me atrapa, trabajar mis miedos”, todo porque eres una naranja entera.
Así que ¡sonríe! ¡Eres una linda naranjita! Llena de sueños, ¡créelo! Mírale a esa persona que tienes a tú lado en este momento y dile “¿Sabías que eres una naranja entera?”
Fuerzas para empezar a sentirte una linda y dulce naranjita, pero entera.

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